Fuente: eluniverso.com

Los fibromas blandos o acrocordones, llamados popularmente verrugas, son pequeños tumores benignos del color de la piel o de tonalidad oscura y consistencia blanda, unidos a la piel por un pequeño pedículo o tallo. Se ven, particularmente, en personas con obesidad.

Las zonas afectadas son los pliegues (cuello, axilas, ingle), sin embargo, pueden producirse en cualquier parte del tronco e incluso en la cara, especialmente en los párpados.

Resistencia a la insulina

La importancia de los acrocordones está en que pueden ser una manifestación temprana de estados de hiperinsulinemia, alteraciones con el metabolismo del azúcar o problemas con el metabolsimo de las grasas como el colesterol o los triglicéridos elevados.  

La alta concentración de insulina en la sangre aumenta la biodisponibilidad del factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1), así como el factor de crecimiento endotelial vascular, que llevan al crecimiento de estas incomodas y antiestéticas “verruguitas” en cualquier persona, no necesariamente obesos.

¿Qué dirá el especialista?

Los dermatólogos son los médicos especializados en hacer un correcto diagnóstico  de estas lesiones y de esta forma  asegurar un adecuado tratamiento. Estos fibromas pueden confundirse con lunares, infecciones virales o tumores benignos de la piel o cáncer de piel en algunos casos. Aunque la primera recomendación será cambiar el estilo de vida (alimentación saludable, aumento de actividad física, etc), hay situaciones como el embarazo y problemas metabólicos heredados que pueden aumentar la presencia de estas verrugas o acrocordones.

Por supuesto, habrá un tratamiento para la piel ya afectada. Dependiendo de la localización y el tamaño, se puede realizar la electrofulguracion, rebanado en cirugía o el tratamiento con nitrógeno líquido. Sin embargo, tenga en cuenta que cuando se corrigen los hábitos alimenticios o se disminuye de peso, muchas de las lesiones pequeñas pueden desprendenderse por sí solas; es importante recalcar que los productos cosméticos y mágicos ofrecidos en televisión, como la salvación para este padecimiento pueden quemar la piel y más grave aún, pueden “mal tratar” un problema más serio de la piel, como podría ser un cáncer de piel.

Recuerde: No solo es cuestión de peso

Los acrocordones tienen una alta prevalencia en la población con sobrepeso.  Puede presentarse junto con acantosis nigricans, que es el oscurecimiento y engrosamiento de la piel en los pliegues y surcos (axilas, ingle y cuello) y que está también asociado a la obesidad y a la diabetes tipo 2, especialmente cuando se presenta en niños. Pueden aparecer repentinamente también en el embarazo o postparto, o simplemente ser heredados de la familia a pesar de tener un peso ideal.

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